En la verde antequera bañada por la noche y adormecida debido al frió de un llovizna sin aparente fin, sobre crespo se escuchan los golpes que de forma eficaz Goku impregna sobre su oponentes, el canal 5 a todo volumen silencia la disputa nocturna de la familia que vende las tlayudas de la colonia. Tan solo el chapucero generado por el pisoteo de cuatro botas de cuero, supera en escándalo al programa de golpes, rayos y repeticiones.
Un chavo de más de 20 y menos de 25, se encuentra siendo jalado por dos policías estatales, ansiosos y jadeantes, como si de buldogs atormentados por un escandaloso problema respiratorio se trataran. Aprendieron a un joven de vestimenta más oscura que la propia noche, y ahora se frotan las manos como moscas listas para regodearse en la mierda, saben que esta noche helada van a tener con que distraerse.
De las nubes grises surgen de golpe rayos verdes. El balance y la calma se convirtieron en discurso presidencial durante 90 segundos, las palmeras sobre la calle de crespo arrojan sus hojas, ramas y semillas debido al bailoteo sin control que surge desde las cortezas de la tierra, placas que apenas se rozan en las profundidades y que en la superficie provocan el pavor de todo lo viviente y el crujir de lo inerte.
Los vidrios vibran como si fueran a reventar, de los postes de luz las chispas anuncian el inevitable apagón y cuando parece evidente que cada edificio en la colonia quedara hecho trizas, todo termina, solo porque si, del mismo modo que inicio, sin aviso termino. Solo queda el mareo, la respiración agitada y una confusión que se podría definir como miedo. Los policías se irguen con dificultad y sin poder intercambiar palabra entre ambos, ya se ven rodeados por un mar de vecinos adornados con chanclas, batas y el puro calzón en contados casos.
El joven de negro luce aterrorizado y con dificultad logra arrastrarse hacia el borde de una banqueta que no deja de moverse en su cabeza. La respiración en cámara lenta le permite apaciguarse y cuando suspira para despejar los miedos, de golpe se observa las palmas, por un instante suda frió y esta a punto de llorar, pero no...falsa alarma, abre su puño y en medio de su palma se halla un zorzal que le mira y silva de frente.
El foto relato inicia con preguntas fuertes, en donde se observa los pesares e impacto que puede dejar una experiencia aterradora. Con una descripción veloz se indica el estado del cuerpo y la mente, que sin duda generan conexiones en quien haya padecido un acontecimiento similar. Se continua definiendo de forma noticiosa el suceso y finalmente nos topamos con una reflexión que brinda un dejo de esperanza.
Se antoja en relación al relato una descripción de mayor extensión sobre el cuerpo, los sonidos, olores y el ambiente en general, de modo que podamos acompañar mejor al escritor, ya que el apartado de las emociones internas queda bien expresado. Las preguntas al final son las que sacuden el andar de cualquier persona e invitan hacia la reflexión.
Es un mensaje en la botella que deja en claro el deseo de avanzar a pesar de que las puertas del cielo (iglesia, verdad, estado) se encuentren cerradas. Y una vez que se termina de leer el relato, quedan ganas de saber más sobre la esperanza y los cambios que va construyendo el autor.

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