Una
reflexión puede llegar desde cualquier ventana, basta con hacer memoria para ir
recordando la rutina ó abrir el facebook , con lo simple y lo complejo la mente
navega. Sin fijar un tema concreto es seguro que las ideas saldrán volando a
todas direcciones. Muy diferente es un museo a nuestra mente, que con su área
limitada dirige hacia temas concretos.
Elegí en
esta ocasión darle dirección a la reflexión desde el estrecho marco de la XVII
bienal Rufino Tamayo. Tomando los temas que presenta cada sala, para expresar
mi sentir sobre la tierra que piso y las botas que la mallugan.
Tepozantli,
Miguel Ángel Patricio
Rojo
Queremos
glorificar la guerra - única higiene del mundo -
Marinetti
Escribir
poesía luego de los 43 es un acto de barbarie, parafraseando
al tal Adorno, es una idea que abanderan
personas cómo Javier Sicilia, quien después
del asesinato de su hijo se negó a escribir poesía (hasta el 2013) , tal vez
con la idea de que no se pueden dedicar poemas a la luna y el colibrí, mientras
la juventud se encuentra siendo masacrada por el narco y el ejército.
Proceso y páginas cómo Sin Embargo nos muestran una
realidad amarga, que hace inevitable pensar la violencia.
¿Cómo se llego tan bajo?...se soltó la perra y todo lo vino a regar cantan los tigres del norte.
¿Para qué
esconderlo?. Es claro, obvio y grosero, la nación parece una fosa clandestina
sin aparente fondo.
La violencia tan escandalosa y temida en el presente,
ha sido una fiel acompañante de la humanidad desde sus inicios. Las guerras fabricaron y destruyeron imperios, sumando
incontables fechas a los libros de historia, millones de cráneos son los fundamentos de cada "gran"
nación.
De los conflictos solo se recuerda a nobles y
militares que llegaron a cometer actos atroces, recompensados por el morbo ,
con sus bosques llenos de hombres empalados y milicias con costales llenos de
lenguas alcanzaron la fama. Dejando en claro que hasta en la barbarie existen
niveles.
El nivel de México, deja al mundo sin aliento. El
pueblo mexicano entra en una extra negación, al sumergirse en cada noticia y
devorar cada programa hasta que el mar de sangre termina por diluir todo
significado.
Otros simplemente se persignan y se lanzan a una
selva que esperan les permite regresar a sus hogares. Por otro lado quienes han
sido bañados de rojo, se quedan en aceptar el horror ó buscar que se repare la injuria. Miles anhelan una justicia que el
sistema es incapaz de dar. Y aun que desgasten todo sendero conocido, siguen de
forma necia y recta buscando la justicia, aunque sepan que pueden morir en el
intento.
En el contexto
actual, brindar un carácter evolutivo a la violencia es imposible, cuando son los actos de barbarie
los que no dejan sanar al tejido social, dejándolo en un estado de shock permanente, sin momento para respirar.
No es posible actualmente el uso liberador de la violencia, si antes no existe
un largo proceso de sanación, porque un pueblo rodeado y vigilando, o se
termina ocultando por el miedo o se vuelve insensible a la desgracia.
En el mundo por otro lado , se continua con la línea
instituida por las grandes potencias. Rusia, Estados Unidos y China siguen imponiéndose
sobre sus estados satélites, cierran las fronteras e impiden el desarrollo de
los movimientos sociales. El ataque a las libertades civiles, que parecen
siempre estar embridadas en Rusia y China, en los Estados Unidos se muestran
moldeables, esto se ve con la reacción del estado hacia diferentes movimientos,
es claro cómo Estados Unidos puede aumentar y reducir libertades de forma
arbitraria.
Así sucedió durante una manifestación en la ciudad
de Dallas, en la cual dos ex-militares que fueron antes activistas dieron muerte a 5 policías, de una forma que
hace pensar en Fannon, cuando sostuvo que
el colonizado necesita ejercer la violencia contra el colonizador cómo
una forma de reconocerse cómo persona, para así dejar de ser cosa. El acto
terrible y triste para varias familias, deja la sospecha de que existen enormes
sectores en la sociedad negra estadounidense que no se sienten tratados ni como
ciudadanos, ni como personas.
Despreciar y repudiar todo acto violento suena
lógico y racional desde la visión de lo políticamente correcto. Pero no quiero
caer en la vil hipocresía con un tema vital a todos colores. La verdad es que
no es posible escapar de la violencia, en una realidad donde se escucha al
intelectual de moda hablando contra la barbarie de los atentados en París, mientras
al mismo tiempo exige que se acabe con ISIS a base de bombas inteligentes.
¿Se puede marchar al lado de quien demanda que toda
actividad política debe realizarse en silencio y sobre la banqueta para no
violentar?. Cuando esos mismos individuos pisan calles sacudidas por horrores de siglos, con esquinas en donde
montañas de limosneros se juntan a devorar los alimentos cosechados por los
explotados trabajadores de San Quintín. No hay escape y la verdad es que me
resulta fácil comprender a quien use la piedra para manifestar su existencia.
En la sala de espera de los bárbaros, me pongo a
pensar sobre la cuarta y quinta vía, pero no la veo con claridad. Siento que
por un largo tiempo el rojo seguirá manchando los lienzos de la humanidad. Hay
que construir de otros modos, porque nadie va construir el manual del mundo
nuevo, esperar por salvadores solo puede llevar al el sendero de la
frustración.
La irá es parte del animal humano que cómo otro
animales ve en la destrucción un reflejo del mundo y el universo. Aceptar el
rojo es necesario cómo primer paso para salir del estado de shock en el cual estamos
atrapados, hay que buscar diferentes direcciones para evitar recurrir a un
violencia patética, pero al mismo tiempo nunca se debe ser tan necio cómo para
negarla. Sabiendo que el momento de recurrir al rojo se puede presentar a
cualquier ser, en situaciones mortales, en cualquier lugar de este mundo.
Gris
En
cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea
Che
Guevara
La muerte es una hermana inseparable del rojo incendiario,
es su resultado final. La sociedad mexicana la venera y sueña sin cesar con
ella, baila con la flaca y sin embargo, cuando llega al ceno de la familia o
las relaciones cercanas, sacude los cuerpos y nos hace preferir la peor de las
golpizas a despedirnos de nuestro muerto.
Se le aleja e
invita, en una especie de baile leninnista de dos pasos adelante y uno para atrás.
Queremos acariciar su rostro y peinar su larga cabellera con tal de
apaciguar sus huesos. Entre quienes veneran la cruz u otros símbolos se manifiesta la
pretensión de aceptarla, pero a lo mucho se observa un fútil intento por
reprimir el horror que enarbola.
Pensamos que solo queda aceptarla, porque la necedad
de cerrar los ojos se ramifica en forma de brutalidad, obsesión tecnológica, fanatismo
con el amor y el trabajo, lo cual genera seres carentes de alama, casi
indistinguibles de un muerto.
No existe nada luego de cerrar la ventana de nuestra
vidas, lo que tenemos es lo que nos toco.
Y si nuestro estado actual nos parece
lamentable, la muerte es un buen recordatorio de que solo se cuenta con
limitados intentos para intentar enderezar lo chueco. E incluso puede ser
consuelo para almas cansadas y vejadas
que tengan en la nada una alternativa al dolor.
Temer al gris es natural y comprensible. Pero
aceptarlo es una tarea que se encuentra siempre pendiente, buscar la manera es
algo que no queda en exclusiva al individuo, ya que tal vez en grupo, familia o
comunidad, tratar con la muerta reduzca el martirio.
A todos aterra lo
inconcluso, y a mi más.
Horacio
Quiroz, Girl Boy
Rosa
El género se encuentra a debate, la ideas lo inundan
y modifican hasta dejarlo hecho un cromo, el cual Quiroz nos revela en Girl Boy. Cuadro que solo logra abarcar el tema de forma
marginal y caricaturesca, ya que no puede incluir la totalidad de las
reflexiones que tantas uñas se encuentran tecleando sobre el tema del genero.
Ante tantos conceptos inventados y acusaciones a
diestra y siniestra. ¿De qué se está hablando?, ¿ qué se está definiendo en
realidad?.
No logro ver toda la imagen, siento que me quedo en
el marco rosado, porque el rostro de la nueva humanidad no halla cómo acomodarse.
La situación me deja cómo un peón del viejo mundo. Hombre acostumbrado y cómodo
a formas y gustos concretos, casado con una situación que parece perfilarse
cómo herética a futuro.
Miguel
Ángel Vega Magallón, Venus
Poner el cuerpo a debate resulta bizarro para el
observador distante. En sus diferentes variantes los feminismos señalan los
aspectos del sistema-mundo que comercializan y arrebatan el poder-hacer a la
vida de las mujeres. Mientras al mismo tiempo siguen sin negar a Eros. Fuerza erótica que se queda
intacta e incluso se enaltece, iniciando una paradoja similar a los judíos
marranos, los cuales iban a misa de día y leían la Tóra de noche.
Se ve cómo se va generando una increíble cantidad de
jerga, lo cual se entiende por lo novedoso y vibrante del tema. Se habla por
hablar y se crean catecismos con apenas unas pocos nociones de lo que se busca
construir. Pero hasta el presente considero que los únicos que pueden alejarse
del morbo y la perversión de forma independiente a lo que tengan entre las
piernas, son los asexuales.
Samuel
Meléndrez Bayardo, El
aeropuerto de Paul
Aquellos a quienes nada les atrae el eros, ¿Qué interés pueden tener en el
tema del género? . Porque es el deseo aceptado o reprimido lo que brinda una
base a los colores primarios, por eso la atracción, por eso los abusos, por eso
los excesos y por eso el hartazgo y la búsqueda de un cambio interior o
exterior. Los asexuales se me figuran cómo un tenebroso laberinto.
Y de México no se pueden esperar grandes opiniones
de personas que provengan de antes de la década de los 80´s. El tema los
supera, porque el género actualmente es cosa de jóvenes y a lo mucho, las
generaciones que les anteceden pueden mirar con odio los crímenes cometidos
contra trasgeneros y feminista. Pero aparte, poco van aportar en el ámbito
teórico.
Dentro del género, del eros, se esconde al amor cómo
emoción. Sentimiento taboo en una época donde la visión Disney del mundo es constantemente retada en su discurso. El
amor es veneno si se accede a él desde una visión mística que le brinda el
carácter de ser la solución de todos los males. Lo negativo es su capacidad
para arrebatar los objetivos personales de las partes en honor de los objetivos
de la unidad.
El romance puede ser un oasis en el desierto rojo de
lo real, suaves caricias e intimas cartas son un milagro en la selva de
concreto. Son comprensibles las agresiones que sufre el amor en un mundo
dividido entra fanáticos y eclécticos. Pero con todo y sus contradicciones, quiero
que viva y continúe manifestando de múltiples formas dentro de los cuerpos y
mentes de futuras generaciones.
Ilya Ehrenburg un poeta soviético señalo durante la
batalla por Stanlingrado en "Kill
the Germans", la necesidad de
matar a todos los nazis para así regresar a pensar de nuevo en la vida, libros,
mujeres y la felicidad. Pero los fascistas no solo, no han desaparecido, si no
que se multiplican en diversas formas. Así que en plena barbarie, elijo no
dejar de pensar en la vida, la felicidad y el amor.
Negro
Muéstrame aquellos andamios,
qué hay detrás de lo real,
eso es sólo una cara
de lo que llamamos realidad.
¿Quién construyo el escenario
donde actuamos tú y yo?
Parece de cartón piedra,
mira cómo se cayó,
mira cómo se resquebrajó...
Café Tacuba
La ciudad es un espacio negro y mal oliente donde se
asienta la mayor parte de la humanidad. Cuando las migraciones terminaron y las
primeras fabricas empezaron a escupir sus humos, las ciudades se expandieron
cómo una plaga. Por sus calles millones marchan cómo hormigas, sin tomar en
cuenta que así son vistas por los nuevos caciques que practican yoga en rascacielos
de crista, son los señores de un mundo que no existe, beben coñac mientras Gooogle
los reduce a pixeles, en un proceso del cual ni la galaxia se escapa.
En el mundo, la
imagen de la ciudad moderna se dibuja con rascacielos y autopistas, con
aparadores llenos de cajas vacías y vecindarios repletos de casas que nadie
habita. No hay residentes en la ciudad soñada, solo los barrios marginales se
ven inundados por mares de gente.
Hugo
Gallegos, Chimalhuacán
La ciudad real es de concreto y con aroma a perro mojado. Difícil resulta encontrar el
ángulo para apreciar su triste belleza, porque solo con pensar en las filas del
hospital o el banco, los apretujones dentro del autobús y el salón de clases,
las jornadas sin fin de todos los trabajos. Hace que se suman las injurias que
la ciudad coloca sobre los hombros, haciendo que parezca imposible encontrar su
belleza, en un aprecio estético que vaya más allá de la potencialidad de cada
pixel.
La ciudad puede ser bella sin nosotros y tal vez es
la suma de nuestras vidas lo que convierte calles y edificios de particular
simpleza en complejas prisiones. Se tiene que analizar la forma y la altura de
todo lo construido en la ciudad, ¿existe un plan? ó ¿la ciudad es caos puro?.
Observar todo el concreto con una solo visión petrificada nos puede llevar a la
parálisis.
Edgar
Cano,
No hay nadie
La ciudad se hace prisión cuando las elecciones de
sus habitantes se ven limitadas por su infraestructura, si una colonia se ve
limitada en su acceso a la salud, el agua o la educación, entonces puede
decirse que cuentan con menos recursos que una prisión de máxima seguridad. Las
rejas se hacen innecesarias, porque
quien ha nacido en una colonia donde no hay nada, se encuentra al lado de otras
varias colonias donde no existe nada.
Y sin embargo se vive, entre asfalto y perros
rabiosos, de milagro, pero se vive. Lo increíble de las personas no es que
vivan sabiendo que van a morir, el milagro es que aun rodeados del negro del
asfalto quieren seguir viviendo.
¿Para qué?
... esa pregunta .....
necesita tú respuesta
Ibrahim
Domínguez, Tripas en Hervor
Verde
la
milpa requiere enjundia
Don
Bartolo
El verde que en la ciudades se ve reducido a parques
y secciones especificas, tiene prohibido salirse de lo que por ley recibió, si
el árbol invadido por plagas y hollín hoza tocar con su follaje el sagrado cable,
sera podado de inmediato. Si la raíz rompe la banqueta, solo una tala bien planeada
es la respuesta.
Verde en el campo crece sin ley, siempre que no esté cerca
de una zona minera. La fuerza del bosque, el rio y la montaña mantiene una voz
espectral que resulta alienígena para el oído citadino. Su calma es monstruosa
y lo fresco del aire puede hacer a cualquier hombre regurgitado del concreto
temer por su estilo de vida.
El verde ,el mundo natural, los mundos indígenas, el del campesino es una caricatura
para el ciudadano. Realidad mística de peyotes , con dioses antiguos y de
guerra, duendes, niebla y no se cuanta pendejada. El verde despierta un sueño
almacenado en el cerebro primitivo, porque es nuestro irrefutable punto de
inicio.
Y sin embargo, el choque tan grosero entre el negro
y el verde hace que la reacción del citadino sea de pleno desdén, similar al de
un hijo desobediente que busca ignorar las palabras de su madre. En el
postmoderno existe una gran negación de las influencias, que se terminan
transformado en ideas reprimidas, las cuales esconden la verdad más dura del
verde, antes que ser humano eres un pinche animal.
Es triste verlo, pero el mestizo vive en constante
negación, no quiere aceptarse ni cómo animal, ni cómo indígena. Busca ocultarlo
todo con su cantinflada y operaciones faciales. Se niega a que su pasado lo
salve de su presente, ignora la riqueza de otros tiempos para adecuarse a lo
que manda el dron montado sobre un nopal de neón.
La fuerza y
estructura de la comunidad se necesita en la ciudad. Ahora más que nunca,
porque pensar en el regreso del mestizo al campo seria generar nuevos problemas. Arrebatar lo común a un pueblo se puede
lograr tan solo con un poco de masa. La alternativa es reconocer lo valioso de
un pasado que no es tal, porque ese verde, rodeado y golpeado, existe.
Paul
Muguet, Sarape No. 1
Ya que el verde existe y nos rodea, pero los
oídos de concreto no quieren escuchar el cantar del último faisán. Los pueblos
hoy rodeados de silencio y megaproyectos, llegarán a tocar el portón, esperan
que les abramos, esperan que nuestros abuelos nos hayan enseñado a ser gente.
Víctor
Sulser, Tepayóllotl ruge con la voz de 400 jergas


















