Realizar la composición para el proyecto de "sacrilegio
entre azulejos", produjo una enorme cantidad de dudas sobre si la puesta
de un altar de muertos en una tasa de baño, terminaría por convertirse en un
acto sacrilegioso contra una tradición arraigada en México y si incluso podría
ser visto como una agresión directa por parte de familiares y desconocidos.
Colocar la composición y llevar el trabajo fotográfico
acabo, permitió comprender que se podía brindar una capa diáfana de respeto,
incluso en lugares que no son los tradicionales. Se mantuvo la rareza del acto,
pero el resultado final de las fotografía reflejo lo exitoso de la propuesta,
al permitir generar diversas reflexiones sobre el día de muertos entre las
personas que observaron las fotos.
Se llego a pensar durante la elaboración del altar, la
necesidad de construir un tapete de muertos, pero se habría saturado de
imágenes el baño, hasta el punto en donde ya no quedaría ninguna señal de que
antes existía un baño en el cuarto. Fue complicado crear un balance entre
aquellos elementos a ser incluidos en el altar, contra los que serían
excluidos.
Al final decidimos acercarnos de una forma minimalista al
enfoque tradicional, dejando de lado la idea de fabricar un papel de baño hecho
de puros tejocotes, así como otros elementos que abrían brindado un aire de
simple provocación al proyecto.
La realización del altar no resulto complicada y se busco
realizar las fotografías desde diferentes alturas, ángulos y luces. Las fotos
no llegaron a sacar su clara inspiración sacrilegiosa, lo cual hace pensar que un altar de muertos, debido a los
mensajes que guarda, tiene la habilidad para mantener una postura vernácula que
no puede ser destruida con facilidad.
El deseo de atacar la tradición del altar de muertos, no
proviene en ningún sentido del desprecio hacia la tradición y mas bien se
enfoca en estudiar cual sera la reacción del público y en especial, poder
apreciar las reflexiones que puedan surgir de observar una tradición siendo
abordada desde canales poco comunes.
Resulto una experiencia poderosa el empezar a comprender la
visión de Marcel Duchamp con el ready made, para así poder mover un objeto de
su zona de confort hacia otro especio donde su carácter vernáculo se viera retado
con una realidad cotidiana que en muchos casos es vomitiva o escatológica.
Finalmente, la experiencia brinda la opción de jugar y retar
las ideas preconcebidas, generando reflexiones que no se tratan con la atención
debida.

